Hoy, además del Día del Libro, es San Jorge, quien con su espada derrotó al dragón. Dice la leyenda que de la sangre del dragón muerto brotó una rosa que el Santo entregó a la princesa.
Desde ayer no puedo quitarme de la cabeza la historia de dragones, leyendas y valientes. Cuando estudiaba locución, en Libretos y Guiones nos daban las fórmulas y estructuras para redactar un guión y elaborar los personajes.
Hace algunas semanas, desde que decidí que podía ofrecer mis productos, estoy investigando y leyendo mucho por la web. Y no vean la cantidad de dragones que andan sueltos... Mucho dragón y pocos San Jorges....
Tal como las cirugías estéticas (todas y todos parecen que van al mismo cirujano) a mi me pasa lo mismo con los blogs. Esta moda tan "It Girl" me hace sentir fuera de juego. Veo que la mayoría de los blogs llevan una estética sospechosamente similar, que manejan un vocabulario increíblemente parecido y todas (la mayoría son mujeres) hacen unas fotos supermegaguays. También hay una avalancha de blogs que ofrecen talleres y cursillos a distancia con todos los recursos posibles habidos y por haber para ser una super mega bloguera.
Luego está la otra parte, la del "uy este blog tiene muchos comentarios, mogollón de seguidores, y todo todo todo lo que hace esta bloguera le sale bien". Entonces comienza la copia sospechosamente escondida bajo el término "inspiración". Y no me refiero a copia de hacer exactamente lo mismo que una bloguera de referencia, sino a intentar ser lo que en esencia no se es. ¿Os acordáis del dicho "aunque la mona vista de seda mona queda"? Pues eso.
Yo soy yo. Y soy lo que ven. No tengo umpalumpas y no me sobra el tiempo. Me encanta hacer cosas, crear a partir de un patrón, dar mi punto de vista personal y salir a la vida siendo yo misma. No puedo tener unas fotos instagram porque no me da la vida ni la imaginación para ello. Soy más de autofoto, o de pelear con Salva porque me "saca fea" o de perdirle a Noa que haga el favor de "apretar ahí". No puedo calzarme un vestido Holy Preppy porque me sentiría como Laura Ingalls. No puedo ponerme de rubia cuando tengo unas ganas locas de teñirme el pelo de azul.... No me da la gana no ser yo. No señor.
Muchos dicen contra que dragones hay que luchar y muchas esperan a que San Jorge llegué con la rosa... Hay muchos miedos en forma de dragones. Pero el peor dragón de todos es parecer lo que no se es. En nosotras está la voluntad de convertirnos en San Jorge aún siendo princesas y demostrar que con valentía y creyendo en nuestra forma de ver y vivir la vida podemos alcanzar nuestro sueño sin la necesidad de seguir un libreto o un guión.
Es verdad, los dragones están ahí. Por todas partes. Como en el don pirulero, que cada cuál atienda su juego.
Creo y defiendo el que la mejor manera de ser original, es siendo uno misma.
Gracias por leerme.
Pasar buen miércoles!
ANDREA