viernes, 6 de noviembre de 2015

Viva la vida

El viaje a Buenos Aires ha dado para mucho. Incluso para mirar y admirar casi con asombro el casi fanatismo por Frida Kahlo. La he visto en mates, termos, bolsos, carpetas... He visto hasta "mini fridas" para los más peques...  y la verdad que al principio me chocó un poco, pero luego...

Es que el corazón tiene memoria, y de vez en cuando le hago caso. En la entrada "Pasiones Argentinas" les conté lo visceral que puede ser un sentimiento en un argentino. Por eso, luego de unos días me pareció normal, hasta necesario, esa "Fiebre por Frida" tan arraigada en esas cuquitiendas porteñas.

Frida era así. Irreverente, visceral, pasional... ligada a las desgracias y encadenada a amores tan imposibles que ella "los hacía ser". Esa exageración absurda y a la vez tan equilibrada... Esos colores que marcaran su vida y su destino... y esas palabras tan políticamente incorrectas como necesarias...



Recorrí muchas calles para hacerme con algún retal de Frida. Pero nada. Otro día les contaré la anécdota acerca de lo que pasa cuando quieres comprar telas en Buenos Aires, pero la verdad es que ahora mismo no viene al caso.

Busqué por internet y encontré un sitio que vendé fat quaters. Adjudicado. Compré un par de ellos porque no tengo ganas de saturarme. Tenía muy claro que quería, pero como todo en la vida, espere que llegara el tiempo de tranquilidad para poder hacer algo que resumiera quien soy y que me recordara esas semanas de un invierno lleno de luz en Buenos Aires. 

Con un retal de unas flores que me recordaba a Frida y que conseguí en Buenos Aires sumado a otro trozo de un fat quarter de Frida, pensé en hacer una mochila para el invierno. Pero creo, creo yo eh, que no soy capaz de hacer mochilas para las diferentes estaciones del año, porque solo soy capaz de hacer mochilas...

Y en este caso, a esta mochila la siento como si se tratara de un lienzo en el que hubiera pintado quien soy, de donde vengo y a donde voy. Pasional, visceral... exagerada... absurda... vamos... yo misma. Donde todos ven una mochila, yo veo mi esencia...

 





El Cantábrico..., mi pelo azul, las New Balance... el sol... y mis soles... Noa en escena y Salva detrás de su cámara


 
Definitiva y absolutamente yo... Viva la vida!


Hasta la próxima!

2 comentarios:

  1. Se nota que sigues argentina aun vivindo tantos años aqui! Yo creo q los bolsos no me emocionan tanto pq soy mas de mochilas! Esta tela de calaveras es espectacular! Un 10 para tu mochila! Q fotazos!

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